En esta primera edición de OH! Magazine le realizamos una entrevista a Fernando Diez, más conocido como @don.terrenal
Fernando es un personaje muy conocido en el ambiente, no solo por su estética que es única -la cual evoca constantemente al barrio y a los valores de antaño-, sino también por su generosidad con el resto de la comunidad emprendedora. Reciclador de objetos únicos y papá de Pascualina, la salchi petisa que ya es toda una celebrity en las redes, acá nos cuenta un poco más sobre la persona detrás del personaje.
La vida está hecha de pequeñas alegrías. ¡Ser emprendedor es una de las mejores!
Fernando Diez @don.terrenal
M: ¿Cómo surgió tu proyecto?
DT: En 2012, en los ratos libres de mi laburo como guionista y desarrollador de contenidos para TV, empecé a hacer cachivaches con maderas antiguas que sobraban de la obra de casa en la Boca. Regalaba, publicaba algunas cosas en Mercado Libre y luego comencé a mostrarlas en un perfil de Facebook llamado Juan Terrenal. Con los años, ese hobby o pasatiempo terminó por convertirse en un laburo full time.
M: ¿Por qué elegiste ese nombre?
DT: Al principio fue casi un seudónimo, ni lo pensé. Pero cuando me quise acordar los seguidores se multiplicaron y mucha gente se familiarizó con Terrenal. Tiene que ver con los oficios, con el campo, con la naturaleza, con valores de antes. Cuando en 2015 decidí dedicarme a mi emprendimiento y refundarlo como un mercadito polirrubro (que tuviera no sólo maderas y muebles, sino chucherías y demás objetos deco) lo rebauticé como Don Terrenal… ese tal Juan había crecido y ya no era un artesano hippie, sino todo un señor de barrio! Con panza y perra salchicha.
M: En tus comienzos ¿quiénes te apoyaron?
DT: Al principio me apoyaron sobre todo los clientes; gracias al consejo de una de ellas (Ana) empecé a publicar en Facebook. Con muchas nos hicimos amigos. Gente linda como @la_lolaperez y @carina.michelli eligieron mis cosas mucho antes de que la palabra “seguidores” siquiera se usara. Éramos todos personas haciendo o buscando cosas lindas. Por mucho tiempo la remé solo, sin pares ni colegas. Era muy raro ser varón y joven en el mundillo de la decoración, nadie sabía en qué casillero meterme. No se hablaba de “emprendedores”. Hoy es más simple para todos: se abrió el abanico… estamos acompañados, hay un camino abierto. Creo que hasta estamos cerca de fundar un gremio! jaja
M: ¿Qué acciones realizaste para difundir tu trabajo?
DT: Laburar, laburar, laburar… Mostrar lo que hago. Lijar maderas, pintar y sacar fotos, en vez de ir a los eventos a los que me invitaban. Obvio que no está mal moverse y conectarse; pero el tiempo de vida no nos alcanza para todo (al menos a mí) y si no tenés algo piola para mostrar no sirve de mucho andar haciéndose el Figuretti. Todo lo que conseguí fue orgánicamente, sin pagar pauta. Poniéndole pilas no sólo a los productos y a la imagen, sino a transmitir el alma de mi emprendimiento: generar un vínculo con los clientes, los seguidores y la comunidad.
M: ¿Cuál es tu valor agregado para destacarte?
DT: Hoy quizás es bastante común ser un poco mamarrachis, pero hace unos años cuando yo arranqué todo en la deco era “amoroso”, “divino”, “chic”, “paquete”… Mi propuesta fue mostrar que no todos somos así, y sin embargo podemos tener una casa linda. Simple, única, auténtica. Eso se tradujo en un montón de detalles (tono coloquial de barrio, perra salchicha de modelo, paleta de colores cachirula, mezcla rara de estilos, etc) que a mucha gente le gustó, le pareció fresco. Con el tiempo surgieron -por suerte- un montón de proyectos así, descontracturados. Las marcas empezaron a comunicar en las redes de una forma más relajada. Pero creo que se nota quién lo hace honestamente y quién lo hace como estrategia de marketing.
M: ¿Tenés algún sueño que concretar?
DT: Ahhh MIL. Querría que el #MercaditoPitucón crezca y siga siendo raro y diferente. Quiero comunicar más, escribir más, armar un libro cachirulo, grabar un disco de cumbia AHRE QUE SE IBA A LA BANQUINA. Creo que mi sueño mayor es comprobar que hoy podemos vivir sin una carrera, simplemente materializando deseos y proyectos lindos de todo tipo a lo largo de la vida, persiguiendo lo que nos hace sonreír… Ojalá se dé 🙂
M: ¿Qué consejo le darías a alguien que recién está empezando?
DT: Que encuentre su voz y se anime a compartirla; mientras más auténticos somos, más posibilidades tenemos de diferenciarnos. Que no se enrosque con la cantidad de seguidores, más vale pájaro en mano que cien volando (más vale 100 seguidores reales que 100 mil de cotillón). Que no se deje engatusar por las reglas de nadie, que no busque agradar ni pertenecer a ningún grupete. NO HACE FALTA. El chiste de esto no es laburar para una colmena ajena sino fundar la propia. Y que se sumen los que suman 😉
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